Orígenes

El casi sin pelo crestado chino se dice que se originó en China y fue llevado a Sudamérica en barcos de este país hace muchos siglos. Sin embargo, ha habido perros sin pelo en muchos países del mundo, incluyendo a África y Turquía, y algunos piensan que el crestado chino puede ser el resultado del apareamiento entre el Perro sin pelo mexicano (Xoloitzcuintli) con un Chihuahua. Ciertamente el apareamiento del crestado chino con el Chihuahua puede producir un perro carente de pelo. Hasta 1966, una anciana en EE.UU poseía los únicos ejemplares que quedaban de Perro crestado chino en el mundo. De los cuales, cuatro fueron introducidos en el Reino Unido y actualmente la raza está aumentando en ambos países. En Gran Bretaña atrae a muchos competidores a las exposiciones y recibió la categoría de campeón en los 70. El crestado chino no tiene manto excepto una cresta o crin, pelo en sus pies y una cola plumosa de porte alegre. Sin embargo, en casi todas las camadas, hay algunos cachorros con pelo que crecen para convertirse en adultos de lustrosos mantos parecidos a pequeños pastores. A éstos se les conoce como Powder Puffs (bolas para empolvar) y se han ganado el derecho de ser exhibidos en el ring al lado de sus hermanos sin pelo.

Carácter y cuidados

Este cariñoso perrito es un excelente animal de compañía para aquellos que aprecian su naturaleza cariñosa y no les disgusta su exuberancia. Frecuentemente es hiperactivo, jugando sin cansarse y saltando alrededor en círculos en anticipación de la miga más pequeña de comida. El crestado chino adora la comida, su cuerpo se nota más caliente al tacto después de haber comido, y las raciones deberían aumentarse en los meses de invierno. Sus patas cogerán las cosas de una manera simpática, casi humana. Idealmente, debería bañarse cada tres semanas y se le debería masajear la piel con crema. Los bigotes, y cualquier pelo sobrante, debería quitarse para el ring. Puede adaptarse a climas calurosos o fríos pero nunca debería tenerse en perreras exteriores y hay que protegerlo de las quemaduras solares.